Nuevo Tren Canario con características innovadoras promete transformar la forma de moverse
Canarias, un archipiélago español situado en el océano Atlántico, está luchando con un problema de tráfico y congestión en sus islas principales: Gran Canaria y Tenerife. Con una población registrada de 1,8 millones de habitantes, estas islas también albergan 1,4 millones de vehículos que circulan por una red viaria abrumada. La solución a este problema ha sido identificada como una conexión ferroviaria entre las áreas metropolitanas y las zonas turísticas de las islas, con un objetivo de sostenibilidad.
Este proyecto de trenes en Canarias ha estado en discusión durante 20 años, pero está ganando impulso en la actualidad. Una delegación del Gobierno de Canarias y los cabildos de las islas viajaron a Bruselas para abordar la financiación, que requiere una inversión de 3.850 millones de euros. Este es el primer obstáculo que deben superar: obtener los recursos necesarios a través de fondos nacionales, comunitarios o préstamos del Banco Central Europeo para llevar a cabo los proyectos.
El objetivo final es convertir Canarias en la primera comunidad autónoma con un tren 100% ecológico que utilice hidrógeno como combustible y solo emita vapor de agua. El gobierno regional ha mostrado interés en un tipo de tren en particular, el Alstom Coradia iLint, que ya circula en Alemania con una capacidad máxima de 550 pasajeros.
Sin embargo, los proyectos ferroviarios en ambas islas no avanzan a la misma velocidad. Mientras que el Cabildo de Gran Canaria está progresando, los trámites en Tenerife van más lentos debido a la división política. La falta de acuerdo político en Tenerife es un motivo de preocupación y ha retrasado significativamente la implementación del tren en esta isla.
Además de los obstáculos políticos y financieros, el proyecto de trenes en Canarias también enfrenta otros desafíos importantes. La expropiación de tierras para los trazados es un capítulo crucial que requiere una planificación cuidadosa y un enfoque justo para asegurar que se compensa adecuadamente a los propietarios afectados. En el caso de Gran Canaria, se estima que se requerirá la expropiación de aproximadamente 2 millones de metros cuadrados para un recorrido de unos 58 kilómetros entre Las Palmas de Gran Canaria y Maspalomas. En Tenerife, se estima que se afectarán unas 700 propiedades para construir 80 kilómetros desde la capital hasta Adeje, además de la extensión hasta el aeropuerto de la zona norte de la isla.
Sin embargo, los defensores del proyecto ven los trenes como la única solución viable a la congestión de las carreteras y al tráfico masivo en las islas. Con una única vía para transportar viajeros, se espera un ahorro significativo de tiempo y una disminución en la siniestralidad en el tráfico rodado, además de una reducción en el consumo de energía y emisiones de CO2.
Aunque los proyectos de trenes en Gran Canaria y Tenerife enfrentan importantes obstáculos, incluyendo la obtención de financiación y acuerdos políticos, también presentan una oportunidad única para mejorar la conectividad en las islas y aliviar la congestión del tráfico. Si se logran superar estos desafíos, Canarias podría convertirse en la primera comunidad autónoma en tener un tren 100% ecológico que utilice hidrógeno como combustible y emita solo vapor de agua. Será interesante ver cómo evolucionan estos proyectos en el futuro cercano.
Además, hay otros desafíos por delante, incluyendo la necesidad de expropiaciones para cumplir con los trazados previstos. En el caso de Gran Canaria, se estima que se necesitarán alrededor de 2 millones de metros cuadrados para un recorrido de 58 kilómetros, mientras que en Tenerife se requerirá afectar unas 700 propiedades para materializar 80 kilómetros desde la capital hasta Adeje, además de la extensión hasta el aeropuerto de la zona norte de la isla.
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