La sociedad moderna está atravesando una fase de cambio profundo, acentuada aún más por los impactos de la pandemia de COVID-19. En medio de esta transformación, han surgido individuos que desafiaron las convenciones y exploraron territorios inexplorados. Son los pioneros sociales, aquellos que han asumido la responsabilidad de moldear sus vidas en una realidad donde las etapas tradicionales se redefinen y las oportunidades se multiplican.

El Consejo Nacional de Organizaciones de Voluntarios del Reino Unido sostiene que a partir de los 50 años, la tasa de voluntariado aumenta significativamente segundo, experimentando un pico a los 60 años. Estas personas son catalizadores del cambio, ampliando sus horizontes y transformando sus vidas al mismo tiempo que generan nuevos lazos intergeneracionales. Para Marc Freedman, líder de Encore.org, este grupo es un recurso valioso para la sociedad, ya que desafiaban las normas establecidas y abren la puerta a una nueva visión del aprendizaje y el trabajo.

En esta era de intercambio generacional, las etapas de vida tradicional se han vuelto borrosas y las oportunidades se multiplican. Sin embargo, la sociedad aún se encuentra en una fase de adaptación. Freedman destaca la falta de estructuras de apoyo y normas sociales para facilitar estas transiciones. Los pioneros sociales, mientras navegan en la incertidumbre, impulsan a los sistemas educativos y laborales a reinventarse en paralelo.

La necesidad de amistades sólidas y duraderas es un aspecto resaltante para el bienestar. Según el estudio de Harvard de George Vaillant, la amistad es clave para la felicidad y la satisfacción. La empatía intergeneracional se erige como un requisito fundamental para enfrentar el sentimiento de soledad y desconexión, afectando a todas las generaciones en diversos aspectos de sus vidas.

Enfrentar los desafíos de una sociedad en constante cambio y de etapas de vida poco exploradas puede generar sentimientos de aislamiento e incomprensión. Ante esto, se vislumbra una necesidad ineludible de empatía entre generaciones.

Mirando hacia adelante, se plantean retos para los pioneros sociales y para la sociedad en su conjunto. La anticipación activa del cambio, la orientación hacia el futuro, la exploración de todas las oportunidades, la flexibilidad en la definición de la edad y la aceptación de las transiciones se perfilan como claves para un enriquecedor y necesario siglo XXI.

Estas perspectivas, además, repercuten en el emprendimiento y las inversiones, abriendo un abanico de oportunidades más amplio y brindando tiempo suficiente para experimentar. Los pioneros sociales son líderes en una revolución cultural y social, tejiendo una red de cambio que abraza la diversidad de etapas de vida y construye puentes entre generaciones.